El dolor crónico puede convertirse en uno de los mayores obstáculos para nuestra calidad de vida a medida que envejecemos o sufrimos una lesión. Afortunadamente, la ciencia ha avanzado hasta el punto de que ahora contamos con algunos de los dispositivos médicos más fantásticos para ayudarnos a controlar el dolor crónico, ¡incluso evitando la cirugía o la medicación!
Uno de los dispositivos que está revolucionando el mercado de dispositivos médicos es el OSKA Pulse. Este dispositivo utiliza tecnología de campo electromagnético pulsado (PEMF) para estimular los procesos naturales de curación del cuerpo, promoviendo la reparación celular y reduciendo la inflamación, todo ello en un formato único.
¿Qué es OSKA Pulse?
OSKA Pulse es un dispositivo compacto y portátil que utiliza la tecnología PEMF para favorecer la recuperación y aliviar el dolor. Es portátil, discreto y fácil de usar. El dispositivo es ideal para personas con diversas afecciones dolorosas, como dolor de espalda, artritis, para acelerar la recuperación de lesiones o para aliviar el dolor postoperatorio.
El dispositivo genera energía electromagnética que alcanza la zona afectada. Los campos energéticos, diseñados específicamente para este fin, reducen la inflamación, estimulan la circulación sanguínea y regeneran el tejido dañado. El dispositivo es no invasivo, seguro y está registrado en la TGA como dispositivo médico de clase 2A.
¿Cómo funciona la tecnología PEMF?
La tecnología PEMF utiliza campos electromagnéticos pulsados para estimular la reparación y regeneración celular. Cada dispositivo OSKA Pulse produce frecuencias y formas de onda específicas que imitan los recursos electroquímicos naturales del cuerpo.
La energía electromagnética de baja intensidad aumenta el flujo de oxígeno y nutrientes a las zonas afectadas, reduciendo la inflamación y favoreciendo la curación.
Las investigaciones demuestran que la terapia PEMF puede aliviar el dolor y promover la regeneración ósea al estimular la regeneración de los tejidos y reducir la inflamación.
¿Qué tan efectivo es OSKA Pulse?
Diversos estudios han demostrado que la terapia PEMF, similar a la utilizada por OSKA Pulse, puede mejorar la función y la movilidad articular, reducir el dolor y mejorar la calidad de vida en general. Un estudio realizado con pacientes con osteoartritis de rodilla reveló que entre 4 y 6 semanas de terapia PEMF redujeron significativamente los síntomas de dolor y rigidez.
Quizás uno de los aspectos más excelentes del uso de OSKA Pulse es que no se han reportado efectos secundarios ni riesgo de adicción a los analgésicos. Además, a diferencia de procedimientos invasivos como las cirugías, no requiere tiempo de recuperación ni los gastos que implican las citas de seguimiento.
Cómo usar OSKA Pulse
Usar el OSKA Pulse es muy sencillo. Simplemente coloque el dispositivo sobre la zona dolorida, como la rodilla o el hombro, o a menos de 30 cm de ella. Puede llevarlo puesto sobre la ropa o discretamente debajo, y utilizarse varias veces al día.
Seguir la guía del usuario recomendada puede ayudar a controlar mejor el dolor y la recuperación. El dispositivo debe usarse durante al menos 3 a 6 horas por cada zona de tratamiento. Se apaga automáticamente al finalizar la sesión.
¿Cómo se compara OSKA Pulse con otros dispositivos del mercado?
OSKA Pulse es seguro, pequeño, portátil y no invasivo. Utiliza un programa de tratamiento secuencial (STP) exclusivo de OSKA Pulse.
A diferencia de otros tratamientos para el dolor, OSKA Pulse actúa directamente sobre la causa, en lugar de solo enmascarar los síntomas como muchos analgésicos. Además, no tiene efectos secundarios ni riesgo de adicción, por lo que resulta ideal para quienes buscan un protocolo de manejo del dolor más natural y a largo plazo.


