Oska está diseñado para ayudar en la regeneración de células eucariotas normales (células que contienen un núcleo rodeado por una membrana y orgánulos delimitados por membranas). La célula es la unidad fundamental y funcional de todos los organismos vivos.
Las células normales se dividen mediante un proceso de mitosis en dos células hijas. La regeneración se limita a entre 20 y 60 generaciones antes de que las células entren en senescencia.
Las células mueren debido a uno o dos procesos distintos.
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Apoptosis: una secuencia programada que conduce a la eliminación.
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Necrosis: muerte del tejido debido a un daño… físico o químico.
Durante el proceso de regeneración, se realizan varias comprobaciones para asegurar un crecimiento correcto. Dos de ellas son:
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¿Hay margen para crecer? (Las células cancerosas ignoran este punto de control).
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¿Hay suficiente energía en forma de ATP (adenosín trifosfato) para sostener el crecimiento?
El ATP es la energía necesaria para diversas funciones metabólicas, incluida la regeneración celular, pero a veces se agota debido a problemas degenerativos como enfermedades, envejecimiento y falta de ejercicio físico.
El ejercicio físico produce señales eléctricas endógenas que abren canales transportadores específicos en la membrana celular, pero que pueden verse comprometidas debido a limitaciones físicas o químicas.
Oska está diseñado para modular la membrana celular con el fin de abrir canales transportadores que permitan el intercambio de iones importantes como sodio, potasio y calcio, ayudando al metabolismo celular y produciendo la energía necesaria para permitir la continuación de la división y regeneración celular, acelerando así el proceso de recuperación de forma natural.
Obviamente, acelerar la recuperación de las células dañadas conlleva un alivio rápido del dolor.


