Llevo usando el Oska Pulse unas 6 semanas y ahora no podría vivir sin él. Al principio era muy escéptica sobre cómo este pequeño aparato podría reducir mi dolor, pero estaba dispuesta a probar cualquier cosa. Tengo fibromialgia, endometriosis y sufro de dolores de cabeza y migrañas crónicas. La zona y la intensidad del dolor varían a diario.
Utilizo el Oska Pulse a diario como parte de mi rutina y simplemente lo ajusto según la zona donde siento dolor. El dolor lumbar es el más intenso y constante, así que suelo llevar el Oska Pulse alrededor de la cintura, debajo de la ropa, y a veces lo guardo en el bolsillo. En las últimas semanas he reducido drásticamente la medicación para el dolor y por fin me siento mucho mejor. Con el dolor mucho más bajo y algunos días sin dolor, incluso he salido a dar un largo paseo con mi hijo y me he animado a ir al gimnasio... ¡por primera vez en más de 5 años! Y la verdad es que me sentí bien después de hacer ejercicio.
Ese fue el punto de inflexión para mí. Todo el mundo dice que cuando tienes dolor crónico debes hacer ejercicio porque lo alivia, pero cuando lo padeces, simplemente no puedes ni imaginarte salir de casa para hacer ejercicio. Me encanta haber encontrado una opción sin medicamentos y sin efectos secundarios. ¡Es un sueño hecho realidad!
